“Los nuevos fármacos asociados al tratamiento endovascular reducen significativamente la mortalidad por ictus”
Dra. Carmen Nieto, médico rehabilitadora del Hospital Casaverde Valladolid
El ictus afecta aproximadamente a un 1,5% de la población general y su mortalidad oscila entre un 10 y 20%. Así, representa la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en varones. “Se están utilizando nuevos fármacos asociados al tratamiento endovascular que reducen significativamente dicha mortalidad”, destaca la Dra. Carmen Nieto, médico rehabilitadora del Hospital Casaverde Valladolid. Además, explica las fases de este trastorno, la importancia del tratamiento especializado y de evitar retrasos en el inicio de la rehabilitación, que disminuyen la recuperación de las funciones afectadas. En este sentido, reclama incrementar los recursos en hospitales de neurorrehabilitación y clínicas ambulatorias en nuestro país.
¿Cuál es la tasa de incidencia total del ictus y qué mortalidad se le atribuye?
El ictus es un trastorno de la circulación cerebral, de aparición brusca, ocasionado en la mayoría de los casos por una oclusión arterial cerebral (ictus isquémico) y, en menor porcentaje, por una rotura del vaso (ictus hemorrágico). Se estima que afecta aproximadamente a un 1,5% de la población general, aunque el aumento de la expectativa de vida ha elevado significativamente estas cifras (5-6% a partir de los 65 años y 10% a partir de los 80).
La mortalidad por ictus oscila entre un 10 y un 20%, representando la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en varones. Afortunadamente, se están utilizando nuevos fármacos asociados al tratamiento endovascular que reducen significativamente dicha mortalidad.
¿Cuáles son las fases de tratamiento del ictus y quién debe intervenir?
Aunque se ha hablado de una fase aguda hospitalaria, una fase subaguda durante el primer año tras el alta y una fase crónica a partir del primer año, podríamos hablar de tres fases desde que ocurre el accidente cerebral. En primer lugar, la fase prehospitalaria, con una rápida identificación de los síntomas y signos, activación del código ictus y una serie de medidas que garanticen una estabilización del paciente hasta su llegada al hospital (asegurar permeabilidad de vía aérea, canalización de vías venosas, realización de electrocardiograma, toma de constantes y pulsioximetría, mantenimiento de cifras de tensión arterial, temperatura y cifras de glucemia, etc.). El equipo de atención primaria y los profesionales de soporte vital avanzado juegan un papel muy importante en este periodo.
En segundo lugar, la fase aguda (unidad de ictus, UVI). En ella, se realiza la evaluación del ictus (analítica, TAC, TC perfusión, angioTC, etc.), la aplicación de técnicas de reperfusión (tratamiento fibrinolítico y/o tratamiento endovascular), así como el control y tratamiento de complicaciones y patologías acompañantes.
“Hay que insistir en la importancia de la prevención controlando todos los factores de riesgo que multiplican la posibilidad de aparición del ictus, así como en el seguimiento de la cronicidad para evitar reagudizaciones”
¿Qué aporta al paciente el tratamiento en un centro especializado como el de Casaverde en Valladolid?
El objetivo del tratamiento en el Hospital Casaverde es conseguir la máxima recuperación en el menor tiempo posible. Cuando un paciente ingresa en el Hospital Casaverde se va a encontrar lo siguiente. Un equipo de profesionales va a hacer un diagnóstico y diseñar un tratamiento específico para cada una de las áreas afectadas (rehabilitación, fisioterapia, neurología, neuropsicología, terapia ocupacional y logopeda). Además, contará con la aplicación de las técnicas encaminadas a conseguir la máxima recuperación posible, utilizando terapia convencional y las nuevas tecnologías. Dichas técnicas van adaptándose a la consecución de los objetivos intermedios planificados en las evaluaciones iniciales.
Además, se realiza un control y seguimiento de otras enfermedades acompañantes (diabetes, hipertensión, cardiopatías, etc.), identificación precoz de complicaciones y tratamiento de estas. Todo ello, en unas instalaciones modernas y un clima agradable tanto para el paciente como para la familia, con información y comunicación periódica sobre la evolución de la enfermedad.
“Un retraso en el inicio de la rehabilitación tras la hospitalización disminuye la recuperación de las funciones afectadas y aumenta las secuelas”
¿Cuáles son los tratamientos específicos disponibles en el Hospital Casaverde de Valladolid?
Además de las técnicas convencionales en rehabilitación, en el Hospital Casaverde se realizan tratamientos que mejoran significativamente los resultados y aceleran el proceso de recuperación. La aplicación de tratamientos de hidroterapia (piscina climatizada con grúa de acceso), estimulación magnética transcraneal intermitente para modular la actividad cerebral de manera selectiva, la utilización de la estimulación eléctrica funcional (Fesia Walk) para estimular al músculo paralizado, la impresora 3D en la fabricación de férulas y ortesis adaptadas a cada enfermo, la estimulación de las actividades cognitivas mediante un software (Neuronup), la utilización de Vitalstim para el tratamiento de las disfagias orofaríngeas y el simulador de conducción.
Dentro del campo de la robótica, disponemos de equipos de última generación tales como el LEXO (principalmente para mejorar la marcha, además de otras funciones), el Pablo (para rehabilitación de brazo, pie y marcha), el Diego (rehabilitación de los brazos), el Amadeo (rehabilitación de la mano) y el Omego Plus (rehabilitación de piernas y tobillos). Finalmente, en nuestras instalaciones contamos con un apartamento para aquellos pacientes que ya han recuperado muchas funciones y verificar que se ha conseguido un grado de independencia que le permite incorporarse a su vida cotidiana.
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