El ictus es una enfermedad que afecta cada año en España a más de 120.000 personas de las que alrededor de 25.000 fallecen. En 2022 el ictus causó 677 muertes en Extremadura. Se trata de la primera causa de muerte en mujeres y se calcula que una de cada seis personas en el mundo sufrirá un ictus a lo largo de su vida.
Este martes 29 de octubre, pacientes, familiares y profesionales del Hospital de Casaverde Extremadura se han desplazado a la Plaza de España de Mérida para informar y visibilizar la enfermedad, promover la prevención .
La presidenta de Extremadura, María Guardiola y la consejera de Salud, Sara García Espada, han acompañado a los pacientes en esta iniciativa y han podido compartir la suelta de globos y unos minutos para conversar con las familias y los profesionales del centro.
“Es fundamental informar a la sociedad sobre la importancia de la prevención frente al ictus. Entre un 80 y un 90% de los casos se pueden prevenir siguiendo un estilo de vida saludable y actuando sobre estilos de vida y factores de riesgo modificables”, declara Francisco Rubio, director del Hospital.
En el Día Mundial del Ictus, Casaverde ha lanzado la campaña “Independizarse” con el que quiere poner en valor el proceso de recuperación de independencia personal tras superar la fase aguda de la enfermedad. Además, la campaña incide en la importancia de prevenir la enfermedad desde edades tempranas, ya que en los últimos años se ha incrementado su incidencia en un 25% en edades comprendidas entre 20 y 64 años.
Por otro lado, se han desarrollado nuevos métodos diagnósticos y tratamientos más efectivos que han posibilitado que en los últimos 40 años se haya reducido significativamente el número de defunciones por ictus.
No obstante, un tercio de los supervivientes necesita rehabilitación intensiva temprana, y un 70% de las personas sometidas a tratamiento neurorehabilitador adecuado, recuperan su independencia o cuidados mínimos. Grupo Casaverde trabaja desde sus centros especializados en rehabilitación neurológica con el objetivo de conseguir la máxima recuperación de los pacientes que han sufrido un ictus. Además del hospital de Mérida, Casaverde cuenta en Extremadura con dos clínicas para tratamiento ambulatorio situadas en Cáceres y en Badajoz.