A lo largo del proceso rehabilitador del miembro superior en el campo de la neurorrehabilitación, es fundamental abarcar la recuperación de la sensibilidad y en concreto la sensibilidad de la mano es un aspecto clave en su recuperación funcional.
La boca y la mano son las zonas corporales con mayor representación a nivel motor y somatosensorial en nuestro cerebro. El miembro superior, pero especialmente la mano, son esenciales para el desempeño ocupacional.
Es muy común que personas que han sufrido un daño cerebral, sufren alguna enfermedad neurodegenerativa o lesión que afecta al sistema nervioso central o periférico, presenten alteraciones de la sensibilidad y la movilidad, y pierdan funcionalidad y destrezas que les impiden desempeñar actividades propias del día a día, y por lo tanto sufren una pérdida de su autonomía personal.
Desde terapia ocupacional planteamos como un punto esencial llevar a cabo una rehabilitación y una reeducación de la sensibilidad a nivel superficial y profundo, partiendo de una valoración del tipo de sensibilidad que se encuentra alterada y la naturaleza del déficit sensitivo, actuando con sentido y basándonos en las evidencias que el estudio de este tipo de rehabilitación ha arrojado durante años.
Los terapeutas empleamos técnicas específicas y prestamos una especial atención a la mano, puesto que recuperar la sensibilidad en una estructura que es guía para la funcionalidad de miembro superior. Partiendo de esta valoración y la aplicación de las técnicas, planteamos con mayor contundencia objetivos que se encaminen a mejorar patrones motores y lograr una mayor eficacia en el desempeño motor del brazo y la mano. Esto permite recuperar en gran medida la autonomía personal de nuestros pacientes, devolviéndoles la capacidad de participar de una forma independiente dentro del entorno real y cotidiano de sus vidas.
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