La propiocepción es la conciencia de la postura de cada parte del cuerpo con respecto al medio que nos rodea. El trabajo de propiocepción en un paciente con daño cerebral es importante porque existe una alteración en el procesamiento de la información procedente de músculos, tendones y articulaciones tan importante para el control de la postura y la coordinación del movimiento.
El objetivo es que el paciente sea capaz de realizar movimientos precisos, coordinados y orientados en el espacio, así como lograr un correcto conocimiento de su cuerpo para mejorar el control postural y adquirir un buen patrón de marcha.
Con este ejercicio se busca trabajar la propiocepción a través del equilibrio sobre una superficie inestable con el objetivo de que el paciente sea capaz de desplazar la carga del peso de un lado a otro al mismo tiempo que coordina un movimiento preciso de los brazos.
