Los ejercicios con feedback para el paciente pueden resultar muy beneficiosos ya que les proporcionan información constante y precisa sobre la respuesta motora que se está trabajando.
El cerebro, al recibir información constante y consciente de esta respuesta aprende más fácilmente a modularla y controlarla, por lo que para el paciente resulta más fácil desarrollarla. A los pacientes con alteración de la sensibilidad y/o propiocepción de los miembros inferiores les resulta muy difícil distribuir el peso del cuerpo de forma equitativa entre ambas piernas.
Ejercicios con feedback tan sencillos como el de la imagen, les ayudan a aprender a repartir mejor el peso para no sobrecargar la pierna sana, impidiendo lesiones por sobreesfuerzo.
