Hoy hemos vivido una jornada muy emocionante. Por fin nuestro huerto ecológico ha dado sus primeros frutos: ¡unas maravillosas zanahorias!.
Las terapeutas ocupacionales responsables del proyecto y los pacientes que han colaborado más estrechamente, hemos disfrutado muchísimo sacando el fruto de nuestro esfuerzo durante las últimas semanas y disfrutando de su sabor, por supuesto!.
Es importante destacar que son los pacientes quienes lo hacen posible, ya que son los que aportan su experiencia y conocimiento. Las terapeutas sólo somos sus instrumentos, quienes proporcionamos los recursos materiales y nos convertimos en sus manos allí donde ellos no pueden llegar.
El objetivo principal de este proyecto es poner en valor la experiencia y el saber de los pacientes que a lo largo de su vida han estado vinculados al campo, a la agricultura, empoderando a las personas a través de ocupaciones significativas. Además, el cuidado del huerto requiere de una serie de tareas que ellos desempeñan de acuerdo a sus posibilidades físicas y cognitivas. Por último, la presencia de ese pequeño huerto en nuestro jardín sirve de estímulo para mantener conversaciones y compartir momentos entre los pacientes y con los profesionales, añadiendo mayor valor a esta iniciativa. Ahora es el momento de las lechugas. En unas semanas compartiremos con todos vosotros el resultado.