La heminegligencia espacial se define como la dificultad o incapacidad total para localizar, orientar o responder a estímulos del lado afecto (región espacial contralateral al daño cerebral), sin que su origen pueda justificarse por un daño sensorial o motor. Visiblemente, estas respuestas pueden manifestarse de diversas formas, ya que su naturaleza es muy variable y heterogénea. En ocasiones, las personas afectadas no localizan correctamente los estímulos situados en el campo visual afecto, pueden ignorar parte del plato de comida, maquillarse o afeitarse únicamente la mitad de la cara, chocarse contra el mobiliario mientras caminan, leer solo una parte de las páginas de un libro, etc.
Para entender la heminegligencia, es importante saber que estas respuestas no son intencionadas ni premeditadas; así como tampoco se trata de un problema de visión ni existe un daño orgánico visual que lo justifique, sino que el daño cerebral puede provocar un fallo en el procesamiento de la información que impide percibir, atender y responder a los estímulos localizados en el lado contralateral a la lesión.